Polo acuático. Es un deporte que se practica en una piscina, en la cual se enfrentan dos equipos. El objetivo del juego es marcar el mayor número de goles, en el tiempo reglamentado. Exige de los jugadores tener resistencia física, buenos reflejos y saber nadar bien.
Este como tal nace en Inglaterra, dotando la inscripción en el programa de los Juegos Olímpicos de 1896. El polo acuático se empezó a jugar profesionalmente en España, Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia, Holanda, Bélgica e Italia.
El juego se practica dentro de una piscina, donde se tiene que enfrentar dos equipos y el ganador será el que mayor número anote en un tiempo reglamentado. Es un continuo marcar y desmarcarse, salir en persecución del contrario cuando esté intenta eludir la vigilancia a la que se le somete, y al mismo tiempo, escabullirse en cuanto un compañero de equipo entra en posesión de la pelota, para así poderla recibir libremente y contemplar la jugada. El penalti es el castigo de una falta grave cometida en la zona de los cuatros metros de la portería.
Los saques de puerta y de esquina se efectúan de la misma manara que en el Fútbol.
El jugador además de dominar las técnicas propias del juego, ha de ser un hombre que pueda desplazarse rápidamente de un extremo a otro de la piscina y que posea una resistencia inagotable.
En el campo solo pueden haber 6 jugadores y el portero en cada equipo, las posiciones cambian o baria según como se encuentre la situación del partido, los jugadores deben de saber cómo moverse en cualquier de las posiciones a pesar de especialista en una específica. Las posiciones del juego polo acuático se dividen en tres, ataque, defensa y portería.
El ataque: los jugadores se sitúan en la portería contraria a una distancia no menor de 6 metros; el boya se sitúa en el centro del ataque y a una distancia de unos dos metros de la portería contraria; cuando un defensor es expulsado y el equipo contrario posee un jugador más la disposición de ataque puede variar, este aspecto dependerá de cómo plantee el entrenador el partido.
Portería: el portero tiene como función principal parar los goles, es decir, bloquear el balón y rechazarlo para impedir que le anoten un gol. Posee algunos privilegios que el resto de su equipo no tiene, siempre y cuando permanezca en la zona de 5 metros delante de su portería; el portero es el único jugador que puede golpear el balón a puño cerrado o tocarlo con las dos manos; a su vez es el único que puede tocar el fondo de la piscina aunque esto no es habitual. El reglamento le impide pasar la mitad del campo, pero puede dar el primer pase del ataque.
Defensa: aquí los jugadores se sitúan de la misma manera que los atacantes pero defendiendo su portería; en caso de que la defensa se encuentre en inferioridad numérica se realiza los que se conoce como “bloqueo de brazos” en donde se trata de impedir que el atacante vea con claridad hacia dónde va a dirigir el balón.
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